#20181110MBLGTO Jacinta Alma Buena Pozo Mil Demonios Teatro Doblado MBLGTO Sábado JLRR

#20181110MBLGTO Jacinta una Alma Buena lucha contra El Pozo de los Mil Demonios Teatro Doblado MBLGTO Sábado JLRR

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Identidad mexicana para educar a nuestros niños. Nuestra protagonista ha logrado conjuntar filosofía necesaria para diferenciar entre el bien y el mal. Alicia en el País de las Maravillas a la mexicana, de Maribel Carrasco, presentada en el Teatro Doblado. Una versión reescrita exclusiva para Luna Morena por su creadora tapatía; ajustes para lograr aplicar la técnica japonesa de Banraku. Pocos personajes, pero muchos detrás del staff. La convocatoria fue atendida más por la gente adulta. 

Pocos los personajes como son Jacinta, la abuela nana, el demonio de la sequía, el cargador tramposo, la señora pájara, el óraculo, la vieja tortuga y el demonio mayor. A quiénes dieron vida un aproximado de diez personas en escenas. Usando banraku, por ejemplo a Jacinta y al demonio de la sequía; se acompañaron tres personas. Jacinta, siendo la marioneta komei, el titiritero de la mano derecha, con la derecha, hacía mover hasta los dedos y los movimientos de la cabeza y cara. El titiritero de la mano izquierda, movería dicha mano, y apoyaría en proporcionar los objetos o utensilios adicionales, con la mano derecha. El tercer titiritero movería los pies. Mientras los otros dos, permanecerían de pie, quién movía los pies, estaría en "culequillas"; una admirable posición, por la cuestión del cansancio. 

Los tres tiririteros vistiendo totalmente de negro, incluso su rostro. Parecerían ninjas a la vista del públicos, y los propios niños, que tambieron asociaron a las tortugas ninjas por lo que su contexto, les permitía admirar. Salvo por las risas, que fueron más de los adultos que de los infantes. La obra de antemano está pensada para el público en general. Si para convivir en familia, e intimar sobre la espiritualidad del bien y el mal, la conciencia ecológica y nuestra identidad como mexicanos. 

El cántaro con agua depositado a la pata de la cama de Jacinta enferma de fiebre protagonizan la odisea mexicana. Una niña con alama buena, tendrá la misión de combatir al demonio mayor, quién a robado la lluvia, el vital líquido. El abasto para aquel hogar era por medio de un pozo, que ahora yacía seco. El ayudante del ente maligno, estaba a cargo de un propio niño, que según la nana, iremos concluyendo, perdíó su diente de leche en el pozo. Esos mil demonios por lo tanto, pueden ser esos niños perdidos, que en un momento cayeron y olvidaron su identidad. Pero había un poco de recordación en la memoria. 

Jacinta sería ayudada por la Señora Pájara, kenbishi, quién pelearía hasta quitar el cabello de lluvia del demonio mayor. Los efectos visuales harían todo el contexto, para creernos la batalla y la enorme dimensión del demonio. El rojo característico de sus gigantes manos, al atacar a Jacinta en su travesía. Siempre guiada por el óraculo, una marioneta con sólo una cara a la vista. 

La dimensión entre lo muy grande y lo muy pequeño. Las enormes manos rojas con largas uñas, ocuparían la mitad del escenario y la disminución del Puente del Olvido, dónde la cabeza de Jacinta desaparece, y ella aparece como ser diminuto, y permite que ese niño, demonio dedos de cacahuate, recupere su diente de leche. La técnica banraku nos remonta a la historia y explicar, todo lo que visual y auditivamente observamos. 

Takemoto Gidaya allá por 1684 en Osaka Japón, se dieron los primeros pasos del baraku. También conocida como técnica ningyo joruri, harían una historia cantada, uno más tocaría instrumentos. Incluso quién podría hacer todo. Nosotros pudimos observar a ese persona, quién a nuestro lado derecho, se encargaría de la ambientación visual. Tocando un violín, flauta o realizando algunos sonidos. De hecho sería el último personaje en aparecer en escena al recibir el aplauso del público. La vibrante emoción del aplauso, se hizó presente. 

pd. Al salir la vista atraparía nuestra mente al ver una persona lesionada. Supuestamente ya atendida, una persona, tenía un vendaje en la cabeza, y sus manos titilaban sea por frío o por el posible golpe, una de sus manos, aún tomando las riendas de sus mascotas, al igual que el postrados en el suelo, salvo por el apoyo de la persona quién atendiendo y esperando ambulancia, colocaba su rodilla a manera de respaldo. La elementos de policía femenil de proximidad atentos al suceso. 

Referencia Bibliográfica.